domingo, mayo 22, 2011

The Tree of Life: cartografiando el mundo




Ayer vimos con la Vero y otros amigos “The Tree of Life" de Terrence Malick, el más reciente trabajo del mismo realizador de “Days of Heaven”, ésta última extremadamente que recomendable para los que no la han visto. La última película de Malick es ante todo una obra religiosa, una letra de amor enviada hacia el cielo. Una epopeya mística solo comparable a Odisea del espacio de S. Kubrick. Sin duda conmovedora y un placer visual notable desbordante, pero el espíritu profético del filme a ratos la vuelve horrorosamente pretenciosa. Y es que la historia de una familia americana en Texas de los años 50, aparece como un pretexto demasiado humano, casi mundano, para una película que se propone ahondar en los misterios de la creación del mundo y el sufrimiento humano.
La película abre con una breve cita al libro de Job, planteando de entrada el problema de la teodicea: ¿dónde se encuentra Dios cuando el hombre bueno y justo recibe tanta desgracia?. La película puede ser entendida como una exploración a esta pregunta, proponiendo un abordaje narrativo-conceptual extremadamente estético, tanto así que por momentos el espectador se siente presenciando una propaganda National Geographic.
Pero principalmente Malik nos invita a conocer su versión de por qué el bien puede reportar el mal. Este problema lo va a narrar a través de la historia de una familia perfecta, constituía por un padre ingeniero y autoritario, una madre dueña de casa llena de amor y tres hijos, que de golpe sufre el desencantamiento del mundo por la muerte de uno de los hijos. Pero esta historia mundana va tener su correlato en el más allá a través de imágenes cósmicas que muestran la incesante creación y destrucción del mundo. Malik destina más de veinte minutos a cartografiar diversas imágenes de un mundo en formación. Acompañado de una música litúrgica y solemne, el realizador filma volcanes en erupción, estrellas y cascadas en acción. La sensación es que Malik hace desfilar estas imágenes para mostrar que alguien hizo todo esto, que hay un trabajo fino de composición que no podemos olvidar ni desconectar de nuestra vidas. Por eso las imágenes de fundación del mundo están acompañadas de una triste y suplicante vos en off que susurra preguntas de dolor y arrepentimiento. La causalidad que busca dejar establecida The Tree of Life es clara.
Una película notable por su forma de observar la naturaleza humana y no-humana, por la pluralidad de punto de vistas que toma la narración, y por su esfuerzo permanente y sin duda místico-religioso de querer conectar el micro-cosmos humano con el macro-cosmos del mundo. Un ensayo visual que explora nuevas formas de restituir, visual y narrativamente, la vida en la tierra. Tal vez es mucho decir que salí mejor persona del cine, pero si algo diferente.